El Pecado contra el Espíritu Santo es un tema que confunde a muchos y no saben de que se trata y por ello dan diferentes explicaciones que al final terminan confundiendo mas.
En el Evangelio de San Mateo capitulo 12 versículos 31 y 32 nos dice: "Por eso yo les digo: Se perdonara a los hombres cualquier pecado y cualquier palabra escandalosa que hayan dicho contra Dios. Pero las calumnias contra el Espíritu Santo no tendrán perdón.
El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no sera perdonado, ni en este mundo ni en el otro."
Pero ¿Cual sera este pecado tan grave que no podrá ser perdonado ni en este mundo ni el otro?
No es un pecado en especifico del cual se pueda decir que no tiene perdón.
Este pecado consiste en no aceptar que estamos en pecado en cerrar nuestra mente, en cerrar nuestro corazón y no arrepentirnos de nuestros pecados, en no reconocer la verdad de nuestra situación y resistirnos al perdón de Dios.
Los fariseos cometieron este pecado porque veian los milagros que Jesús hacia, estaban frente a ellos todas las señales de que El era el mesías y en lugar de reconocerlo y aceptarlo, buscaban pretextos para no hacerlo y se resistieron a creer en El.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el Evangelio de San Mateo 12, 22-24.
"Le trajeron en ese momento un endemoniado ciego y mudo. Jesús lo sano, de modo que pudo ver y hablar. Con esto, todo el pueblo quedo asombrado y preguntaban: "¿No sera este el hijo de David?" A lo que respondian los fariseos: "Este echa los demonios por obra de Beelzebu, rey de los demonios" "
EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA NOS DICE EN EL NUMERAL 1864
"Todo pecado y blasfemia sera perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no sera perdonada" (Mt 12,31; Cf. Mc 3, 29; Lc 12, 10). No hay limites a la misericordia de Dios, pero quien se niegue deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (Cf. DeV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna.
Como puedes ver, todo pecado puede ser perdonado siempre y cuando te arrepientas y busques el perdón de Dios. El pecado imperdonable es todo aquel del cual no te arrepientes y no buscas perdón.